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Sumo: 2000 años de exclusión deportiva de las mujeres



Lugar: Japón


Antecedentes:

Como deporte profesional, el sumo no permite la participación de mujeres. Ni siquiera está permitido su acceso al dohyo, la plataforma de arcilla y balas de paja donde

se celebran los combates. La religión sintoísta en que se sustenta el sumo considera impuras a las mujeres por la menstruación. Esta doctrina se ha mantenido viva a lo largo de los 2000 años de existencia del principal deporte tradicional japonés. Recientemente, un grupo de mujeres, entre las cuales había personal sanitario, subió a atender a un político que sufrió un desmayo cuando presentaba los combates. Por megafonía, se pidió repetidamente a estas mujeres que abandonasen el dohyo.


Metodología:

La cercanía de las Olimpiadas de Tokio, hay quien piensa que esta exclusión de las mujeres podría estar cerca de su fin para reforzar la intención de convertir el sumo en deporte olímpico.

En 2018, el Comité Olímpico Internacional le otorgó el reconocimiento como deporte aspirante a formar parte en un futuro de los Juegos Olímpicos, pasando así a estar incluido en la Asociación de Federaciones Deportivas Internacionales Reconocidas (ARISF). Esta es la antesala para su reconocimiento como deporte olímpico de pleno derecho.


Resultados:

Muchos/as deportistas y especialistas han alzado la voz para dejar atrás este anacronismo discriminatorio. Los especialistas manifiestan que la participación de las mujeres se dificulta por los férreos estereotipos masculinos. Apenas hay entrenadores que puedan orientar a las jóvenes. La presencia de mujeres solo se da en el ámbito aficionado. Aun así, comienzan a promoverse clubes donde el sumo se práctica solo entre mujeres o en combates mixtos. En los últimos años, han surgido clubes de sumo femenino en las universidades, como el Club de la Universidad de Asahi, al que pertenecen las jóvenes de la fotografía. Pese a esto, el sumo es muy poco practicado. En la Federación Internacional de Sumo (ISF) hay en torno a 300 jóvenes luchadoras inscritas. El primer campeonato amateur en que pudieron participar se celebró en 2001. Un nuevo frente en la larga lista de discriminación deportiva de las mujeres.


Más Información:

Justin McCurry (2018) ‘It’s exhilarating’: Japan’s female sumo wrestlers take on sexism. The Guardian, 19 Junio 2018.

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